Talleres de Testing en ÁNIMA (Bachillerato Tecnológico)

En estas últimas dos semanas en Abstracta colaboramos con el Bachillerato Tecnológico ÁNIMA, brindando un par de talleres de testing, para los chicos que están comenzando sus estudios ahí, específicamente a los chicos que están en el bachillerato de TICs. La experiencia fue buenísima, los chicos están muy motivados y contagian esa energía. Quiero animarte a que de alguna forma conozcas y si podés te involucres con el proyecto. En particular contaré un poco sobre cómo fueron estos talleres de testing en ÁNIMA.

ÁNIMA, como cuenta su página, es una nueva propuesta educativa innovadora de Bachillerato Tecnológico en Administración y Tecnología de la Información y Comunicación (TIC), de gestión privada y acceso gratuito, que se desarrolla en diferentes espacios de aprendizaje: el aula y las empresas. Nos invitaron a colaborar en distintas formas (¡gracias Mariana Steffen por la oportunidad!): como empresa formadora (contratando algún chico que esté en los últimos años, para formarlo en el ambiente laboral), y brindando talleres, que fue lo que en esta oportunidad hicimos.

Brindamos dos talleres, yo hice el primero la semana pasada, donde hice una introducción al testing y puse en práctica un desafío que nos puso Michael Bolton durante el curso de RST, el cual consiste en un programa que recibe una entrada y reconoce un patrón, indicando si esa entrada matchea o no. El desafío está en descubrir y describir correctamente el patrón. Es un desafío bastante complejo, y los chicos lo trabajaron muy bien, se entusiasmaron a un punto que superó lo que esperaba. Lo interesante es que eso es el testing exploratorio en la práctica, ya que uno va decidiendo qué probar en base a cada experimento que hace. Además, uno trabaja la formación de teorías, y la comprobación en base a ejemplos, lo cual tiene mucho que ver con las habilidades que debe tener un tester, tanto al probar como al investigar un bug.

 

Esta semana fue Sara Martínez quien guió el taller (¡gracias Sara!), realizando una práctica de testing exploratorio sobre un sitio web, el cual está muy divertido porque es fácil encontrar bugs. El taller plantea que todos los presentes participen de la prueba, aportando con ideas, tomando notas de prueba, registrando los bugs encontrados, y decidiendo qué más probar.

La experiencia para ambos fue muy positiva, y creo que para los chicos estuvo muy bueno también, pudiéndoles acercar una idea de qué es lo que se hace al trabajar como testers.

Te comparto algunas fotos del segundo taller, donde creo que se refleja ese entusiasmo.